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Necesito contratar y no tengo dinero… ¿qué hago?

Hola compañeros, emprendedores, empresarios y público en general. Hoy he decidido compartirles una experiencia por la cual todos los que hemos iniciado un negocio, hemos pasado. Necesito contratar y no tengo dinero… ¿qué hago?

La cosa va así. La operación diaria te tiene saturado, vas de un lado a otro apagando incendios, la mayoría provocados por ti mismo y por tu falta de organización o tiempo. Ya no das más de ti, trabajas cuando menos 80 horas a la semana y parece que la pila de pendientes no baja. Es evidente, necesitas ayuda y mucho.

Sin embargo, el flujo de efectivo del negocio está comprometido al 101%. Parece una carrera en una rueda para ratón. Tienes cobranza atrasada, la calidad de tus productos o servicios no es la que tu mismo deseas otorgar, y por esta razón no tienes la liquidez para pagar un sueldo adicional y su 32% promedio de carga social (impuestos, IMSS, INFONAVIT, etc.)

¿Qué hacer? En mi experiencia les puedo decir que hay que hacer sacrificios. Sin ayuda, sin equipo, no vas a lograr salir del problema y la única alternativa es reducir tu carga de trabajo, con la consiguiente reducción en tus ingresos. Así que lo mejor que podemos hacer es invertir un poco de tiempo y esfuerzo y planear bien como vas a lograr incorporar más manos y mentes a tu equipo de trabajo.

El primer punto que considerar es que debes hacer un buen perfil del puesto a contratar. Consulta tu organigrama de crecimiento y revisa las funciones más críticas que se están dejando de atender debidamente por falta de personal. Analiza el costo de la vacante en el mercado y sobre todo los detalles del perfil, muchas veces queremos que una sola persona realice funciones francamente contradictorias.

El segundo punto que considerar será el de los recursos. Entiendo, no los tienes, pero esto está a punto de convertirse en una situación grave que te traerá pérdidas considerables y difíciles de recuperar. Asume la situación como un evento inesperado y hecha mano de los mismos recursos que utilizarías si tuvieras un accidente laboral, de tránsito o una enfermedad. Nadie desea estos eventos, pero cuando suceden, echamos mano de cualquier opción y salimos delante de ella tiempo después. Así que manos a la obra, deja algún lujo, o más aún, deja pendiente algún otro recurso no crítico de la empresa o de tus gastos personales e incorpora esa ayuda que te hará incrementar tus ingresos y tu disponibilidad.

El tercer y último punto que te puedo recomendar es “mide”. Mide el costo de esta nueva incorporación y como los resultados de su trabajo ayudarán a incrementar tus ingresos o a reducir tus gastos. No hagas nuevas inversiones o contrataciones mientras no vuelvas a tu normalidad, es decir, hasta que la operación financiera se haya adaptado a cubrir los costos de esta vacante.

Recuerda, las grandes obras nunca las construyó un hombre o mujer solitarios.


 
 
 

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